Quienes me conocen saben que odio la publicidad (lo siento Luis…), pero a veces, sólo a veces, me encuentro con joyas como esta que a pesar de estar “estigmatizadas” por ser el reclamo de algún artículo, la mayoría de las ocasiones, altamente innecesario, debo reconocer que son una fiesta para la vista, el oido y el espíritu. Y no, no son generadas digitalmente. Son 250.000 pelotitas reales. Para verlo, es necesario Quicktime, que viene por defecto con iTunes (para los que aún no usan Apple). Recomiendo la versión extendida de 180 segundos. Vale la pena!