Esta mañana me encontré con esta interesante nota donde se habla de la historia de una familia que, cansada de la vida ciudadana y de la dependencia tecnológica, decide apartarse de esta carrera desenfrenada de consumismo y estrés en que vivimos, para construir una casa totalmente ecológica y cambiar por completo sus hábitos de vida. Lo que siempre me llama la atención de este tipo de iniciativas es que lamentablemente son la excepción y nunca la regla: Los “locos” son los que se liberan y deciden vivir de otra forma, mientras que los “cuerdos” son quienes continuan por el camino que marca la sociedad, muchas veces cometiendo los mismos errores una y otra vez. El miedo nos atenaza e inmoviliza, somos muy cómodos y nunca nos arriesgamos, y para justificar este comportamiento, adquirimos compromisos que nos dan una falsa seguridad… Nos atreveremos alguna vez a cambiar?