Tráfico (II)

Una vez más, escribo para quejarme. Tal vez esto no lo lea mucha gente, pero es mi forma de desahogarme y de decirle al mundo que hay cosas que no funcionan como debieran. Volvemos al tema del tráfico, y esta vez no he violado ninguna norma ni cometido ninguna infracción. Pero hoy voy a hablar de quienes lo hacen todos los días, creyendo que han sido ungidos por un poder divino para poder mandar al carajo todas las normas de tránsito y de paso, hacer ver a los demás que sus vidas no valen nada.

Me refiero a los dueños o conductores (porque a veces ni siquiera pueden comprarse uno) de los coches de alta gama que campan a sus anchas por las carreteras de este pintoresco país. Estos especímenes creen que con el alto valor que han pagado por su vehículo, han adquirido derechos inalcanzables para quienes tenemos el “honor” o “privilegio” de compartir vía con ellos. Por si no se han fijado, son estos personajes quienes siempre nos adelantan raudos haciendo uso de sus 150 o más caballos de potencia, y a quienes vemos solamente la parte trasera de su coche… porque el concepto de velocidad que tienen es muy distinto al nuestro. Tal vez por alguna ley física, el efecto Doppler o algo así, no vean las señales de tránsito que limitan la velocidad, y por eso aceleran alegremente violando todas las normas. Por si fuera poco, para evitarse problemas con la ley, usan detectores de radar de dudosa legalidad, que ubican ostentosamente sobre el tablero de instrumentos, para que les avisen cuando se están acercando a un punto complicado.

Lo mejor (?) de todo es cuando alguien está adelantando a otro coche a la velocidad permitida y un imbécil de estos se pone detrás y comienza a hacer señas con las luces, como si fueramos a paso de tortuga, para que le dejemos el camino libre. Pero cómo se nos ocurre ocupar su preciado carril izquierdo? Habrase visto tamaña desvergüenza!

Estas personas me dan asco. Y no es envidia, como podría pensar alguno, porque soy el conductor de uno de estos vehículos que pueden correr mucho más allá de lo recomendable, y no veo la necesidad de ir por la vida como en un circuito de carreras para llegar antes a mi destino. Creanme: es mucho más efectivo el regulador de velocidad (o Cruise Control que llaman en inglés) para reducir considerablemente el tiempo en la carretera, manteniendo un ritmo constante la mayor parte del tiempo, que acelerar de forma estúpida e irresponsable, tanto con el medio ambiente como con los demás usuarios de la vía.

Qué pasa con las multas? o con la retirada de puntos? y con las penas de cárcel? y con la imposibilidad de circular por no tener carnet? Parece que, como he dicho alguna vez, que “la ley es para los de ruana”, es decir, los pobres tontos asalariados que se esfuerzan en comprar un coche de gama media son quienes llevan todo el peso de la mal llamada justicia. Pero claro, teniendo dinero para comprar un coche de estos, pagar 200, 300 o más euros es como quitarle un pelo a un gato. Qué fue de la iniciativa de los catalanes de cobrar multas muchísimo más elevadas a quienes no cumplieran las normas a bordo de un “gama alta”?

Mi propuesta: multas astronómicas para quienes, con un coche de estos, se pasen de la raya, no una sino muchas veces. Imposibilidad de recuperar el carnet en al menos 1 año. Publicación de datos y nombres de los infractores en la prensa. Y si encima tienen la culpa en un accidente, inhabilitación definitiva para conducir cualquier tipo de vehículo a motor. Draconiano? tal vez, pero si durante un tiempo se aplican estas normas a rajatabla, la gente aprendería y disminuirían los accidentes de manera dramática. Evidentemente, puede haber muchas otras maneras de resolver el problema, si tienen alguna que sea novedosa o práctica y fácilmente aplicable, soy todo oidos…