Esta mañana me encontré con este video, donde se muestra que las grandes superproducciones con costes astronómicos en extras son cosa del pasado. Es sorprendente lo que se puede llegar a hacer con cuatro personas, una cámara medianamente decente y el software adecuado. Se cierra la brecha entre los productores con todos los recursos a su disposición y los noveles con buenas ideas pero sin apoyo.