Tomando velocidad

Hay épocas en la vida donde todo comienza a pasar cada vez más rápido: como que no sabemos por donde llegan las cosas pero de alguna manera comienzan a encajar y a producir esos resultados que llevábamos tiempo deseando o intencionando. Sin embargo, a veces el ver que todo comienza a funcionar de golpe resulta un poco sobrecogedor, sin llegar a morir de éxito, claro. La sensación de velocidad produce un vértigo que es a la vez agradable y terrorífico, alegre y doloroso, que nos hace pensar que no estamos del todo preparados para recibir lo que estábamos esperando. Curiosa sensación. Lo mejor que se puede hacer (o al menos, lo que yo hago) es disfrutar como se pueda, porque ya sabemos que este tipo de cosas son efímeras y altamente volátiles…

Críticas y Nuevos Proyectos

Esta vez una nota rápida para mi mismo: ahora mismo me estoy acordando de las innumerables veces que visito un blog y digo “ufff, pero si llevan un montón sin actualizar… Mejor no vuelvo”. Y el que lleva más desactualizado es el mío. Divertido, no?

No voy a hacer falsas promesas ni propósitos de enmienda porque además de no creer que los voy a cumplir, he leído que “se ve mal” hacer eso en un blog… Sin embargo, últimamente tengo más ganas de escribir que en otros momentos, así que, para aquellos que todavía creen que visitando este rincón de la red les proporcionará algo más que desilusión por no ver nada nuevo, es posible que se encuentren con reflexiones varias de manera más regular.

Se acaba este año y comienza otro, con un plan interesante y a la vez un poco terrorífico. Ya iré contando de qué se trata (la emoción de lo desconocido!). Por el momento, diviértanse y disfruten!