Mirando a través de la ventana, observo una escena inusual que captura mi atención. Un par de habitantes de calle que han hecho de un rincón de un canal de aguas lluvias su hogar ocasional, descansan acomodados tomando el esquivo sol de la mañana. Me aparto de la ventana durante unos minutos para continuar con mis quehaceres.
Cuando regreso, me encuentro con que ya no están allí y en su lugar hay dos agentes de policía. Supongo que al verlos venir, habrán optado por retirarse para evitar problemas. Los dos policías revisan los objetos que dejaron allí en su huida, más que todo ropa y algunos utensilios de aseo, por lo que pude ver dada la distancia. Luego de ello, hacen un montón y sin más ceremonia, le prenden fuego. Esperan pacientemente a que las llamas alcancen un volumen considerable (léase que si sus dueños regresan, no puedan rescatar nada de lo que se quema) y se retiran.
Pasado un rato, regresan los habitantes de calle y encuentran que sus pertenencias han sido destruidas. Las dos personas hablan por unos minutos y luego abandonan el lugar en direcciones diferentes, al parecer sin verse demasiado afectados por lo que ha ocurrido.
Sensaciones encontradas: si bien es cierto que la invasión del espacio público es inconveniente para muchos, la conducta de los agentes de policía roza el autoritarismo. En otras ocasiones se han acercado operarios del servicio de limpieza local y han retirado los residuos en bolsas. Entonces por qué quemarlos? Es tal vez una medida disuasoria? Es esto la demostración de la impotencia de la autoridad ante el caos creciente de la ciudad? Era esta la única opción?
Sinceramente, no tengo respuestas, sin embargo, la situación siguió dando vueltas persistentemente en mi cabeza durante todo el día, de la misma manera que Glenn Gould, el famoso pianista canadiense, “arruinaba” sus piezas al tararear a bajo volumen mientras las interpretaba, volviendo locos a los técnicos de sonido que trabajaban con él. Eso si, para percibirlo hay que prestar un poco de atención, tal como ocurrió hoy a través de mi ventana…