Augusto dos Anjos es uno de los escritores de poesía más populares de Brasil, y fue conocido como el poeta de la enfermedad y la muerte. Me encontré su obra de casualidad hablando de corrupción y males endémicos y sus versos reflejan precisamente esa desesperanza vital que caracteriza los tiempos actuales. Hay que tener en cuenta que sus poemas datan de 1912 y sólo se publicó un libro con sus pensamientos, llamado “Eu”. Disfruten uno de ellos:
Psicologia de um vencido
Eu, filho do carbono e do amoníaco,
Monstro de escuridão e rutilância,
Sofro, desde a epigênese da infância,
A influência má dos signos do zodíaco.
Profundissimamente hipocondríaco,
Este ambiente me causa repugnância…
Sobe-me à boca uma ânsia análoga à ânsia
Que se escapa da boca de um cardíaco.
Já o verme — este operário das ruínas —
Que o sangue podre das carnificinas
Come, e à vida em geral declara guerra,
Anda a espreitar meus olhos para roê-los,
E há-de deixar-me apenas os cabelos,
Na frialdade inorgânica da terra!
Psicología de un vencido
Yo, hijo del carbono y del amoníaco,
Monstruo de oscuridad y rutilancia,
Sufro, desde la epigénesis de la infancia,
la mala influencia de los signos del zodíaco.
Profundísimamente hipocondríaco,
Este ambiente me causa repugnancia…
Sube a mi boca un ansia como el ansia
Que escapa de la boca de un cardíaco.
Ya el gusano – ese obrero de las ruinas –
Que la sangre podrida de las matanzas
Come, y a la vida en general declara guerra,
Va acechando mis ojos por roerlos,
Y ha de dejarme sólo los cabellos,
¡En la frialdad inorgánica de la tierra!