De verdad hay diálogo?

Hace unas horas leí una noticia sobre cierto miembro de las Fuerzas Armadas Españolas que decía en un discurso institucional, que había que defender la Constitución por encima de las aspiraciones de cualquiera de los estatutos que rigen las distintas regiones de este país, y que el Ejército tendría que intervenir si esto no ocurría así. Hoy me entero de que, a pesar de sus condecoraciones y más de 40 años de servicio, está bajo arresto domiciliario y muy posiblemente le destituirán del cuerpo la próxima semana. Entiendo la postura del gobierno, que está de acuerdo con su política actual, de la que no voy a hablar, pero me pregunto: donde quedó el dialogo y el “aquí hay cabida para todas las opiniones” o el “vamos a desterrar la política autoritaria del gobierno precedente”?. Me parece bastante serio que dentro de los órganos encargados de salvaguardar la integridad de las instituciones públicas, haya desacuerdos tan evidentes.

Si bien es cierto que lo que ha dicho este militar (que por cierto, es el subcomandante del Ejército) puede que exprese únicamente su opinión personal y no la de la Fuerza a la que pertenece, me parece que hay algo que no cuadra del todo. Hay de verdad unanimidad de criterio en cuanto a la dirección que toma el gobierno con respecto al espinoso tema de las autonomías? Se asesoran bien los señores a cargo de las decisiones o hay intereses, o lo que es peor, compromisos ocultos que no conocemos? La historia nos ha enseñado muchas veces que en los experimentos extravagantes donde participan fanáticos que normalmente buscan su propio beneficio amparándose en reivindicaciones en muchos casos absurdas e inútiles, que poco ayudan a los problemas de la gente de a pie, siempre hay muchos perjudicados, y no son precisamente los que han abierto la caja de Pandora…

Clonación Vegetal o Negocio Redondo?

Acabo de ver en un periódico dos noticias que aparentemente no están relacionadas, pero que, gracias a mi mente perversa, se han asociado de la manera más extravagante. Por un lado, aparece una nota que habla de que será posible preservar especies vegetales en peligro, o árboles centenarios, mediante su clonación. Muy bien! pensé, pero en cuanto levanté la vista, me encontré con un titular que hablaba de la incautación de no sé cuantas toneladas de hachís. Lo ven? Los traficantes estarán frotándose las manos: procesados de las mejores variedades en cantidades ilimitadas. No es “fantástico”? (nótense la comillas, por favor).

Todo o Nada

A veces me pregunto por qué la vida nos obliga en la mayoría de los casos a tomar decisiones radicales. Por qué casi nunca hay espacio para los términos medios. Si bien es cierto que el decidir siempre implica perder algo, casi nunca tenemos la opción de optar por alternativas que nos dejen un buen sabor de boca. Lo paradójico de esto es que, cuando se toman decisiones que parecen satisfacer a las partes, siempre se presentan abusos o interpretaciones de conveniencia por parte de alguno de los afectados. Y es ahí cuando las opciones absolutas aparecen como la única opción disponible. También es bueno recordar que todas las situaciones son distintas y que las opciones muchas veces dependen del entorno cultural, los medios disponibles, el estado de ánimo, la gravedad o inmediatez con que se deba resolver el problema, y muchas otras variables. Lo más triste es que, cuando se ven las consecuencias de la tendencia absolutista, casi nunca se reacciona como es debido. Los resultados pasan por rencores, odios y el consabido “yo sé que tengo la razón, pero…”. Recuerdo lo que me decía mi padre muchas veces: Nadie aprende en cabeza ajena.

La vida contra el reloj

No hay mucho más que añadir a este artículo de Charo Nogueira en el diario El Pais de hoy. A ver si vemos medidas efectivas para paliar o eliminar este problema (léase, a ver si estos señores entran en razón de una vez por todas…)

“Cuando Europa duerme, España cena y ve la televisión. Cuando más allá de los Pirineos los trabajadores concluyen su jornada laboral y regresan a casa, muchos españoles terminan la comida de trabajo y vuelven a la oficina. El horario vital español, retrasado desde la posguerra, está marcado por una jornada laboral a menudo partida, con largo paréntesis a mediodía y con frecuencia más larga de lo acordado (la prolonga el 44,7% de los trabajadores, según el CIS). Una jornada que dificulta tener vida personal o familiar más allá de la laboral. El Parlamento estudia ya el problema, que además del estrés y la angustia, acarrea consecuencias como la desestructuración familiar y el fracaso escolar.

Oficinas con la luz encendida a las nueve de la noche, abuelos y niñeras en la puerta del colegio con los críos de la mano, sobremesas hasta las cinco de la tarde. El horario español, marcado por jornadas de trabajo a menudo largas y discontinuas, provoca una cosecha de ojeras, agotamiento, falta de tiempo propio y un dilema frecuente: ¿se trabaja para vivir, o se vive para trabajar?

“Lo segundo”, responde sin dudar la diputada del PP Carmen Quintanilla. “Vivimos sin poder educar a nuestros hijos por falta de tiempo y sin vida personal”, plantea esta parlamentaria que ha llevado el problema a los escaños. Gracias a su iniciativa, respaldada por unanimidad, acaba de arrancar en el Congreso la Subcomisión de Adecuación de Horarios. Una docena de diputados escuchan ya las opiniones de los expertos (unos 50, hasta el próximo verano). Su objetivo es analizar los horarios españoles, especialmente los laborales, y emitir recomendaciones para mejorar la conciliación entre trabajo, familia y vida personal.

Para algunos especialistas, la receta pasa por adoptar el ritmo vital europeo (comer antes y en menos tiempo y acostarse más pronto), pero hay quien defiende la excepción cultural del irse a la cama tarde, alentada por el clima y la sociabilidad. Pero unos y otros tienen en el punto de mira la jornada laboral, determinante de los ritmos vitales, y la falta de armonía, por ejemplo, entre horarios laborales y escolares. La cuestión se considera mucho más relevante en las empresas privadas (de los 19,1 millones de ocupados, 2,4 millones son funcionarios, en general con mejor horario) y en las ciudades, donde hay que dedicar mucho tiempo al transporte.

Horario “eterno”

“El problema de los horarios españoles son las jornadas eternas. No comemos a las doce, como en Europa, sino a las tres, y hacemos una pausa muy larga. Acabamos de trabajar entre las nueve y las diez de la noche”, plantea Nuria Chinchilla, de la escuela de negocios IESE (vinculada a la Universidad de Navarra). Esa hora tan tardía se debe en gran medida a la prolongación de jornada. El 44,7% de los trabajadores españoles la alarga habitualmente (la mitad, sin compensación por ello), sobre todo por sobrecarga de trabajo, según el Centro de Investigaciones Sociológicas (barómetro de mayo pasado). De cada diez empleados que prolongan su jornada, seis preferirían evitarlo (véase gráfico).

“La gente cree que hace carrera por estar en la oficina más horas de las que marca su jornada, y eso en algunas empresas es una realidad. Sin embargo, las compañías deben ver el lucro cesante que suponen esas jornadas tan largas, porque la gente se queda sin otra vida más allá de la laboral, y eso no es rentable. Además, nuestra productividad es de las más bajas de Europa”, plantea Chinchilla, convocada por la subcomisión. “Debe cambiar la cultura empresarial. Si no, la gente está agotada y no se compromete con el trabajo, se limita a sobrevivir”, añade. “O mejoramos los horarios y conciliamos, o vamos al suicidio, como demuestra la baja natalidad”.

La patronal CEOE tiene una postura definida: “Los avances en conciliación no se pueden abordar de manera generalizada, dadas las peculiaridades de cada sector. Deben implantarse en el marco de la negociación colectiva. También se deben proteger las necesidades de las empresas y su competitividad”.

Peor para las mujeres

Los sindicatos replican. “Las empresas piden cada ver una mayor disponibilidad y flexibilidad a los trabajadores, con jornadas cada vez más incompatibles con la vida personal”, plantea Rita Moreno, de la secretaría de Acción Sindical de CC OO. “Se prolongan por mala organización, por hacer méritos o por no contratar a más gente”, afirman en el Gabinete Técnico de UGT. “Los horarios machacan la vida de los trabajadores, y esto afecta sobre todo a las mujeres”, añaden.

Incorporadas masivamente al mercado laboral, las trabajadoras llevan el peso doméstico. Y ello, con unos horarios “incompatibles con el nuevo modelo familiar de padre y madre trabajadores”, según la catedrática Constanza Tobío, de la Universidad Carlos III. “También hay que avanzar en el reparto equitativo de las tareas domésticas y establecer más servicios de cuidado, por ejemplo de los mayores”, apunta la diputada socialista Lourdes Muñoz, miembro de la subcomisión.

En ese foro ha aportado su visión Maria Gloria Llàtser, directora de una empresa dedicada a elaborar planes de conciliación para otras, Optimiza. “La Administración debe legislar y crear servicios de atención a las personas dependientes. En los hogares hay que avanzar en la corresponsabilidad. Las empresas deben cambiar su cultura, y los trabajadores, atreverse a pedir medidas de conciliación previstas en las leyes. Son pocas, pero apenas se utilizan por miedo a ser mal vistos o a no hacer carrera”, asegura. Preconiza la mejora de la gestión del tiempo en el puesto de trabajo. “Como se sale tarde, no se empieza la jornada al 100%. Hay que tener tiempo para trabajar, no sólo para apagar fuegos. Eso mejora la eficiencia y la productividad”.

Llàtser advierte de los efectos de la falta de conciliación, un enemigo de la competitividad: “El estrés y la agresividad que genera es uno de los grandes problemas de nuestra sociedad. Tiene efectos en la desestructuración de las familias y el fracaso escolar de los hijos”.

Más sobre Revolution

Esta semana han comenzado a aparecer noticias y páginas web especializadas con información técnica y detalles algo más precisos sobre la nueva consola de Nintendo, llamada Revolution. Como sabrán, desde que se anunció la siguiente generación de consolas, de la que menos se sabe es precisamente de la nueva criatura de los creadores de Mario. Desde hace algunos meses, hay sitios que hablan de la PS3, y como no, de la Xbox 360, que ya ha salido al mercado (con varios problemas, por lo que he podido saber).

Lo que más me ha llamado la atención son dos cosas: el control (del que ya hablé en una historia anterior), que al parecer promete muchísimo para dar más realismo a la experiencia de juego, atrayendo a la vez a personas que no se atrevían antes a tocar un “cacharro” de estos, por su aparente complejidad, y la campaña intensiva del fabricante para quitarle peso a la potencia de la máquina, que ya se dice, no competirá directamente con las sucesoras de la PS2 y la Xbox, sino que se centrará en crear juegos más familiares e interactivos, sin por esto descuidar el aspecto gráfico (que dicho sea de paso, siempre me ha parecido mejor que en las otras máquinas de la actual generación a la que la Gamecube pertenece). Por otro lado, Revolution podria salir al mercado con un precio de venta bastante inferior a las de sus competidoras, estando en el rango de 99 a 150 euros por unidad, sabiendo que la Xbox 360, la única que está ya en el mercado, cuesta alrededor de 400 euros.

También se dice que, a pesar de contar con un hardware más avanzado que la Gamecube, no soportará imágenes de alta definición, como supuestamente lo hacen las otras, aunque se aumentará significativamente la calidad de los gráficos al contar con 4,7 Gb de almacenamiento por disco de datos, en lugar de los 1,5 actuales. La compatibilidad con los juegos anteriores está asegurada, y lo más interesante, se podrá tener acceso a 5 generaciones de juegos de Nintendo a través de la conexión a sus servidores que estará disponible via WiFi. Al parecer, los equipos de desarrollo de las distintas casas de software están completamente volcados en el desarrollo de juegos adaptados a las nuevas características de Revolution, por lo que seguramente la oferta de títulos disponible en su lanzamiento será previsiblemente mejor que la de la Xbox 360.

De lo último que me he enterado (hace pocos minutos) es que la gente de MTV fue invitada a un encuentro organizado por Nintendo en Nueva York, para demostrar las habilidades del nuevo mando. Las impresiones fueron buenas, como puede verse en este artículo, aunque falta ver la aplicación real de la tecnología en los juegos nuevos y existentes. Por ahora, habrá que esperar hasta la primavera de 2006 para el lanzamiento de este nuevo juguete, que, lo admito, cada vez pica más mi curiosidad.

Más información aquí y en el portal especializado de IGN.

Dos Minutos

El tema de la relatividad del tiempo siempre me ha fascinado. El ver cómo el ritmo del paso de las horas o los días varía según lo que hagamos o pensemos me parece muy interesante. Es algo en lo que nunca perdemos la curiosidad y las sensaciones son nuevas cada vez. Hablo en concreto de algo que hago todos los días con resultados siempre cambiantes. El protagonista de esta historia es mi cepillo de dientes eléctrico, que me recuerda amablemente que ya puedo dejar de cepillarme porque ha transcurrido el tiempo mínimo recomendado para el aseo dental. Durante esos dos minutos, que a veces son eternos, cuando tengo prisa o llego tarde por ejemplo, o muy rápidos, cuando tengo la cabeza ocupada en algo más, pueden pasar muchas cosas. Algunas veces puedo pensar en cómo resolver un problema muy complejo sabiendo que ese pequeño lapso de tiempo es única y exclusivamente mío y que nadie lo va a interrumpir, salvo que yo mismo decida hacerlo, o cuestionarme sobre por qué estoy sintiéndome de determinada manera.

Es curioso cuando veo mi reflejo en el espejo mientras me cepillo y me veo “obligado” a observarme con atención durante 120 segundos. A veces me divierte, otras me miro sin verme, pero en algunas no lo soporto y comienzo a dar un furioso paseo por casa, esperando que el tiempo transcurra lo suficientemente rápido para seguir con mi vida diaria. Aunque ocurran distintas cosas cada vez, siempre llego a la misma conclusión: la mayoría de la gente huye de si misma y emplea todo cuanto esté a su alcance para evitar conocerse con atención y esmero. Tal vez no podamos soportar el hecho de ver lo que no nos gusta de nosotros mismos, o saber que convivimos a diario con toda esa carga emocional que llevamos dentro, y que se refleja tan bien en nuestros ojos. Para los demás, podemos fingir de alguna manera estar bien, pero no podemos engañarnos con tanta facilidad. Y es aquí cuando esa cantidad insignificante de tiempo puede convertirse en toda una eternidad.

Por mi parte, estoy aprendiendo a disfrutar de ese corto período, accidentalmente conseguido, para estar conmigo mismo sin tanto esfuerzo…

Síndrome de Abstinencia

Ultimamente he estado pensando mucho en el apego. Sobre todo en el dolor que nos causa cuando nos separamos de aquello a lo que estamos unidos, en la facilidad con que construimos ese lazo invisible del que después nos cuesta tanto deshacernos. De alguna manera es bastante paradójico que demos por sentadas tantas cosas sabiendo lo cambiante que es el mundo en el que vivimos. Además, olvidamos rápidamente todo aquello que consideramos “cotidiano”: nuestros amigos, compañeros, la calle en la que vivimos, hasta nuestro propio aspecto (cuantas veces nos han preguntado “has engordado / bajado de peso? / Tienes el cabello más largo / corto?”). Y si, puede que sea una consecuencia de apreciarlo todos los días, pero no nos damos cuenta de esos sutiles cambios que a veces nos acercan más a nuestra propia perdición. Hace poco descubrí que desde hacía bastante tiempo no me “escuchaba a mi mismo”. Puede sonar algo extraño, pero nos acostumbramos tanto a lo que somos / tenemos / hacemos, que nos olvidamos de ello fácilmente.

Y entonces qué pasa cuando alguna de esas cosas / personas / situaciones “seguras” desaparecen? Viene la desesperación, el estupor, la rabia, la desorientación, en fin, creo que todos conocemos esas sensaciones. Es cierto que casi siempre nos adaptamos con éxito a todas las situaciones, pero sería mucho menos traumático si alguna vez pudiesemos comprender que la única certeza en este camino es que nada es estático, todo se mueve, la mayor parte de las veces a un ritmo frenético, y que absolutamente nada es para siempre…

Dia Mundial de la Usabilidad

Hoy se celebra el Día Mundial de la Usabilidad (World Usability Day). Como siempre me ha interesado el tema, y no solo circunscrito al mundo de la tecnología, me parece que merece una nota para que más gente conozca la iniciativa y la apoye. Cómo dice la web oficial, “este día fue creado para ayudar a quien lo necesite, a conocer más sobre las formas para ayudar a crear una mejor experiencia para el usuario en el mundo”. En resumen, se pretende facilitar en lo posible el acceso a la información para todos. Más detalles en este artículo del periódico El Mundo. Vale la pena echarles un vistazo.