Finalmente, al parecer por insistencia de sus socios de negocios y clientes, Microsoft ha dado un cambio radical a su política de certificaciones, permitiendo a los profesionales que han obtenido credenciales de productos anteriores, conservar sus certificaciones más allá del 31 de diciembre de 2001, fecha establecida como límite para actualizar las certificaciones al nuevo estándar basado en Windows 2000.
Debido, según el comunicado oficial, a la desaceleración de la industria de la tecnología y a las nuevas condiciones del mercado, la firma ha replanteado su esquema, bastante rígido por cierto, de hacer perder validez a las certificaciones obtenidas en productos de la familia NT. Es un movimiento más del gigante tecnológico por mantenerse en un mercado cada vez más complicado y que le ha ocasionado cuantiosas pérdidas en la bolsa, debido a sus movimientos un tanto erráticos en sus políticas de licenciamiento de productos y sobre todo, por el tan polémico esquema de activación de su nuevo producto, Windows XP. Más información aquí.