Hace cosa de un mes y medio estuve en un encuentro organizado por la empresa para la que trabajo, donde se pretendía medir el grado de idoneidad para potenciales ascensos y promociones. Dentro de las actividades que se desarrollaron, hubo una ronda de entrevistas con los responsables de la compañía (Vicepresidentes, Gerente de Recursos Humanos, etc.) donde se nos pedía analizar una situación concreta y formular recomendaciones. En algún momento comenzamos a hablar de la ética y de la conveniencia de ser francos y sinceros en ciertas situaciones. Desde mi punto de vista, hay que hablar siempre con la verdad, pero me encontré con la sorpresa de que se me tachó de “naive” o “ingenuo” a la hora de decirlo. Pregunté entonces cual era la “fórmula mágica” para triunfar en los negocios, y nadie supo responderme…
Curioso, pero al parecer la verdad sólo debe utilizarse en casos muy especiales, cuando no están en peligro los intereses de quien habla, y el mentir es moneda corriente en los negocios e intercambios de alto nivel. Qué pasaría si las empresas o entidades del gobierno decidieran colaborar y dejar esa política de ocultación y sus agendas ocultas? Más de uno se sorprendería de lo mucho o poco que ha avanzado en solitario y de todo lo que puede aprender de sus potenciales rivales.
Tan malo es caminar por la vida con la verdad a mano? Tanto nos hemos acostumbrado a vivir de mentiras y falacias? Tan malo es el existir en este planeta para que tengamos que vivir engañados la mayor parte del tiempo?