Curiosamente, hoy descubrí, con un poco de ayuda, que es posible dedicarme a muchos de mis hobbies y aficiones sin renunciar a nada. La idea es muy seductora, porque creo que no hay razón válida para tener que renunciar a mis talentos por uno sólo de ellos.
Voy a probar a ver qué tal funciona. La idea es fijar una meta y al alcanzarla, cambiar de tarea, combinándola con “pequeños divertimentos” para no aburrirme. Es curioso, pero nunca se me había ocurrido este enfoque, porque en esta era de especialización extrema, si no eres experto en algo, no eres nadie, pero eso le quita toda la diversión y el gusto a la vida!