El otro día me encontré con este artículo (en inglés) en el New York Times, donde se habla de la conveniencia de no tener tantas opciones abiertas a la vez, para poder concentrarnos en algo concreto y dejar descansar nuestra mente. Es curioso, porque venía pensando desde hace tiempo que el poder tener un “plan B” (y C, D, E…) nos da una falsa sensación de seguridad, cuando lo que realmente hacemos es tener que mantener estas alternativas “vivas”, invirtiendo tiempo y esfuerzo que podríamos emplear disfrutando más de aquellas cosas (pocas) que realmente nos satisfacen. Me hizo pensar sobre todo eso que emprendemos pero que al final no disfrutamos (hobbies, personas, familia, etc.).
Así que la próxima vez que me encuentre en una situación en la que haya muchas opciones, un buen comienzo puede ser preguntarme: “Qué haría Xiang Yu en este caso?”