Escuchando las Variaciones Goldberg en versión de Lang Lang, pensaba que gracias a la velocidad endiablada con la que queremos llegar a ese “futuro prometedor” donde todos nuestros problemas estarán resueltos, los sueños cumplidos y la vida será en general, más feliz, fácil y tranquila, dejamos de apreciar la simplicidad de lo que está ocurriendo ahora mismo, por tener la vista “más adelante”…
El tema es que la vida sigue encargándose, de manera muy eficiente, de recordarnos, a veces no tan amablemente, que lo único que existe es lo que tenemos en frente, y no me refiero a las infinitas posibilidades de las que creemos disponer (falacia más grande donde las haya), sino a lo que está pasando aquí y ahora.
Vivir es simple, sin embargo, tenemos esa persistente manía de hacerlo todo cada vez más complicado, inventando soluciones a problemas que no existen, o peor aún, creando problemas de la nada para supuestamente “vivir mejor”. Una vez más, no hay que olvidar la proverbial sabiduría del campesino, que se extrapola perfectamente a cualquier tipo de situación:
“Cuando tengas hambre, come, y cuando tengas sueño, duerme”…
Todo lo demás, como dirían en España, es “morralla” innecesaria y superflua, digan lo que digan…