El otro día alguien me dijo, con razón, que había desistido de leer mis historias porque la frecuencia de actualización era sencillamente inexistente. Tiene razón. Y no me quiero excusar diciendo que “el proceso creativo ocurre cuando quiere”. Nada de eso. Creo en la disciplina y en el orden, y soy un convencido de que el trabajo duro da resultado. No podemos confiar simplemente en el genio para producir contenido interesante o relevante. Hay que trabajar y mucho.
Sin embargo, últimamente se me ocurren muchas cosas para escribir, pero termino desistiendo. Las ganas de plasmar todo aquello en papel me abandonan, las ideas se evaporan y un manto gris cubre mi mente. Lo más divertido es que todo aquello sigue allí un tiempo, como queriéndome dar la oportunidad de retomarlo, aunque tiene fecha de caducidad.
La vida va más allá de lo que podemos explicar o expresar. Creo que ese es mi conflicto últimamente. Se podría decir que estoy descubriendo lo real más allá de lo virtual y me gusta, aunque a veces me asusta también…
Y para que vuelvan, quiero contar que estamos organizando algo realmente increíble. La realización de un sueño. Por fin! Y como dirían en Estados Unidos: Stay tuned!