Poco a poco comienzo a darme cuenta de los efectos colaterales de haber tenido la pierna inmovilizada durante tanto tiempo. Lo principal, y más incómodo (además de no poder estirarla por completo y del dolor que ocasiona el intentarlo), es el hecho de no poder dormir apoyado en el lado izquierdo, porque al poco rato comienza un dolor bastante molesto en la cadera, causado principalmente por la falta de masa muscular en la zona. Por si fuera poco, tampoco puedo cambiar de lado con facilidad, porque en ese caso la fuente del dolor es la rodilla, que todavía sigue bastante inflamada. Solución? Volver a la posición boca arriba que tuve que usar durante todo el tiempo que tuve la férula. Aquí también hay molestias, que aunque dolorosas, son más soportables.
El usar un cojín a la altura de las rodillas para impedir golpes y minimizar el dolor es una buena idea si no se cambia de postura, pero si durante la noche quiero hacerlo, es inevitable despertar y tener que alargar la mano para reubicar todo en la nueva posición… Si a eso le sumamos que tengo el sueño ligero, el resultado es que las horas de descanso “efectivo” se reducen considerablemente.
Ayer hice el experimento de coger el coche y ver si era capaz de conducir durante un rato sin muchos problemas. Para mi satisfacción, pude superar la prueba y comprobar de paso que, cuando conduzco, hago una serie de movimientos extraños que en esta etapa de la recuperación son muy molestos. La solución pasó por mover bastante la silla hacia atrás. El problema es que todavía me agoto muchísimo y la pierna se resiente por no tener la fuerza suficiente para accionar el embrague. Sin embargo, supongo que a medida que pasen los días, la situación irá mejorando. Por ahora, voy despacio para evitar sobresaltos y sobre todo, movimientos bruscos. Va a ser una buena manera de bajar el gasto demesurado en taxis, gracias al “eficiente” sistema de transporte público de esta ciudad, que sólo funciona bien si vas al centro.
Mañana comienzo mi segunda semana de terapia. Espero que a partir de ahora los resultados comiencen a ser cada vez más evidentes. Me lo tomo con calma, pero hay una parte de mi que está ansiosa por “echar a correr”…