Durante alrededor de 100 días, este australiano construyó una cabaña de barro a prueba de fuego e inundaciones con únicamente los materiales disponibles en su entorno y sus propias manos. Es bueno y conveniente aclarar que hubo retrasos por la lluvia, que destruía las tejas aún sin secar y obstáculos varios que ralentizaron el proceso. Sin embargo, es un buen ejercicio de protección del medio ambiente y de darnos cuenta que es posible convivir con la naturaleza sin agredirla…