Uribe, reelegido

Ayer, una amplia mayoría (62% sobre 22% de su más inmediato rival), reeligió al presidente Alvaro Uribe, por otros 4 años. Era un resultado esperado, porque la gran mayoría de la población ha decidido respaldar su política de seguridad que si bien ha incrementado la violencia y degradado de algún modo la calidad de vida de los menos favorecidos, también ha puesto al país en una mejor posición, tanto interna como externamente, para afrontar su dificil situación. Un fenómeno curioso es que el liberalismo (Colombia ha sido siempre un estado bipartidista) ha dejado de ser la segunda fuerza más importante del país, dando paso al movimiento del Polo Democrático, claramente de izquierdas, liderado por Carlos Gaviria.

En mi opinión, Uribe podrá este periodo dedicarse a gobernar, sin tener la presión de conseguir la modificación de la legislación para poder ser reelegido. La historia ha demostrado que 4 años es un periodo muy corto para hacer reformas de fondo en un país con tantos y tan variados problemas.

Mucha suerte presidente y que la Fuerza lo acompañe.

Brackets

Si, finalmente he engrosado la lista de los sufridos usuarios de estos cacharros, en aras de una sonrisa seductora y sobre todo, de evitar complicadas lesiones futuras en mi mandíbula.

Al hacerme la revisión rutinaria anual, el odontólogo me aconsejó que escuchara la opinión de un ortodoncista de confianza, para que me comentara las distintas opciones que podía tener, dada la situación de mi boca. Sin pensarlo mucho, acudí a la reunión, donde me explicaron los problemas existentes y la manera de solucionarlos. Desde hacía tiempo sabía que era muy probable que tuviese que usar los artilugios estos, pero nunca le había puesto mucha atención al tema, hasta que comencé a tener molestias, por el contacto permanente de un molar con una pieza situada justo encima, causado por una mordida incorrecta. La parte menos agradable fue el saber que tenía que perder dos premolares para hacer sitio a los demás dientes, lo cual era engorroso, pero mucho menos que la opción que había escuchado mucho tiempo atrás, de romper la mandíbula para reacomodarlo todo.

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Desconexión

Como dije en la nota anterior, me voy unos días fuera. Mi cuerpo y mente necesitan urgentemente una cura contra la sobredosis de tecnología que me administro a diario. Así que, al menos por un par de semanas, nada de correo electrónico, Messenger ni Internet, y la firme intención (a ver cuanto me dura…) de no contestar el teléfono si quien llama no lo hace al menos dos o tres veces seguidas (respetando aquello de que si es urgente, ya volverán a llamar). Hasta la vuelta!

Violencia gratis en una esquina cerca de usted

Me he retrasado un poco publicando la nota del día 25, porque sinceramente, no me cabía en la cabeza cómo escribirlo, además, ahora que estoy leyendo esto, me percato del estado primitivo en el que nos encontramos todavía, en términos de evolución.

Imagínense esta situación: el ayuntamiento de cualquier ciudad de este pintoresco país, decide colocar, para reorganizar el tráfico y facilitar el siempre engorroso proceso de aparcar, zonas de pago con los correspondientes parquímetros y vigilantes de los mismos. Los vecinos, como siempre, se quejan, ya que tienen que pasarse por las oficinas municipales a gestionar la tarjeta de residente para aparcar sin problemas y demás, lo cual es un trámite que no deja de ser algo incómodo. Hasta aquí, todo normal. La resistencia al cambio, digo yo, pero al cabo de algunos días comienzan a aparecer parquímetros arrancados o destruídos a golpes. Vandalismo? En absoluto. Y eso no es todo. Los vigilantes municipales comienzan a ser objeto de amenazas y lo que es peor, de agresiones por parte de “desconocidos” por el simple hecho de hacer su trabajo y controlar el buen uso de las nuevas zonas de aparcamiento de pago.

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Esos otros

Es así. En la vida conocemos a muchísimas personas: algunas nos llaman la atención, otras simplemente pasan por nuestra vida para desaparecer en las sombras del olvido, e incluso hay gente que nos toca el corazón y nos “marca” de alguna manera. No voy a hablar hoy de las personas que han influido positivamente en mi vida, que saben de sobra los felices momentos que hemos compartido a lo largo del camino. Hoy me voy a referir a los otros, a aquellos que me hacen dudar de la viabilidad de la naturaleza humana, a los cobardes, a los mentirosos, a los que quieren posar de redentores, a los megalómanos de pacotilla, a los falsos amigos…

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De verdad hay diálogo?

Hace unas horas leí una noticia sobre cierto miembro de las Fuerzas Armadas Españolas que decía en un discurso institucional, que había que defender la Constitución por encima de las aspiraciones de cualquiera de los estatutos que rigen las distintas regiones de este país, y que el Ejército tendría que intervenir si esto no ocurría así. Hoy me entero de que, a pesar de sus condecoraciones y más de 40 años de servicio, está bajo arresto domiciliario y muy posiblemente le destituirán del cuerpo la próxima semana. Entiendo la postura del gobierno, que está de acuerdo con su política actual, de la que no voy a hablar, pero me pregunto: donde quedó el dialogo y el “aquí hay cabida para todas las opiniones” o el “vamos a desterrar la política autoritaria del gobierno precedente”?. Me parece bastante serio que dentro de los órganos encargados de salvaguardar la integridad de las instituciones públicas, haya desacuerdos tan evidentes.

Si bien es cierto que lo que ha dicho este militar (que por cierto, es el subcomandante del Ejército) puede que exprese únicamente su opinión personal y no la de la Fuerza a la que pertenece, me parece que hay algo que no cuadra del todo. Hay de verdad unanimidad de criterio en cuanto a la dirección que toma el gobierno con respecto al espinoso tema de las autonomías? Se asesoran bien los señores a cargo de las decisiones o hay intereses, o lo que es peor, compromisos ocultos que no conocemos? La historia nos ha enseñado muchas veces que en los experimentos extravagantes donde participan fanáticos que normalmente buscan su propio beneficio amparándose en reivindicaciones en muchos casos absurdas e inútiles, que poco ayudan a los problemas de la gente de a pie, siempre hay muchos perjudicados, y no son precisamente los que han abierto la caja de Pandora…

Clonación Vegetal o Negocio Redondo?

Acabo de ver en un periódico dos noticias que aparentemente no están relacionadas, pero que, gracias a mi mente perversa, se han asociado de la manera más extravagante. Por un lado, aparece una nota que habla de que será posible preservar especies vegetales en peligro, o árboles centenarios, mediante su clonación. Muy bien! pensé, pero en cuanto levanté la vista, me encontré con un titular que hablaba de la incautación de no sé cuantas toneladas de hachís. Lo ven? Los traficantes estarán frotándose las manos: procesados de las mejores variedades en cantidades ilimitadas. No es “fantástico”? (nótense la comillas, por favor).

Todo o Nada

A veces me pregunto por qué la vida nos obliga en la mayoría de los casos a tomar decisiones radicales. Por qué casi nunca hay espacio para los términos medios. Si bien es cierto que el decidir siempre implica perder algo, casi nunca tenemos la opción de optar por alternativas que nos dejen un buen sabor de boca. Lo paradójico de esto es que, cuando se toman decisiones que parecen satisfacer a las partes, siempre se presentan abusos o interpretaciones de conveniencia por parte de alguno de los afectados. Y es ahí cuando las opciones absolutas aparecen como la única opción disponible. También es bueno recordar que todas las situaciones son distintas y que las opciones muchas veces dependen del entorno cultural, los medios disponibles, el estado de ánimo, la gravedad o inmediatez con que se deba resolver el problema, y muchas otras variables. Lo más triste es que, cuando se ven las consecuencias de la tendencia absolutista, casi nunca se reacciona como es debido. Los resultados pasan por rencores, odios y el consabido “yo sé que tengo la razón, pero…”. Recuerdo lo que me decía mi padre muchas veces: Nadie aprende en cabeza ajena.