Actitudes

Desde hace un tiempo está de “moda” el pensar que el 2012, que está a punto de comenzar, será el año del fin: que todo lo que conocemos cambiará, que terminarán muchas cosas, comenzarán otras y que sobre todo, habrá pánico, miedo, desesperanza, caos y pasarán todo tipo de cosas terribles. Lo cierto es que cambios habrá, y no lo digo porque sea un gurú que pueda ver el futuro, sino porque simplemente los ciclos que nos muestra la historia nos indican que cuando se abusa de los recursos y se emplean medios artificales para mantener una situación claramente insostenible (como en la antigua Roma, bajo la égida de Diocleciano), sobreviene una caída de proporciones épicas.

A la gente se le puede engañar durante un tiempo, sin embargo, cuando el engaño se hace tan evidente que ya es imposible seguir manteniéndolo, normalmente el engañado se siente como un estúpido y reacciona casi siempre de la peor manera. Lo peor es cuando la mentira y el embuste se convierten en lo normal, y la verdad se tacha de “exageración, especulación sin sentido, afán desestabilizador” o cualquier otro adjetivo descalificativo que se les ocurra.

Ahora bien, la mayoría de la gente habla del inminente colapso, de sus efectos, de todo lo que puede pasar, de lo mal que vamos a estar, de lo terrible que será, se rasgan las vestiduras por todos los errores cometidos, le echan la culpa a unos y a otros del caos que se acerca cada día un poco más. Sin embargo, nadie da soluciones, o si las dan, son difícilmente aplicables o no afectan al individuo, que  es quien finalmente padecerá los efectos de la irresponsabilidad sostenida, consentida y socialmente aceptada de los políticos, dirigentes y sobre todo, de quienes controlan realmente los recursos y el flujo de capitales. Ahora hay cada vez más analistas expertos que aportan todo tipo de opiniones, cada cual más estrambótica o estúpida (las cosas como son), y que en la práctica no sirven para absolutamente nada.

Como no quiero caer en el facilismo de criticar, hablar en exceso  y no decir nada al final, aquí van algunas recomendaciones. Cada cual juzgará si le son útiles o le aplican.

1. Abstenerse de “informarse” (nótense las comillas) por los medios tradicionales: prensa, televisión, radio, o grandes portales de internet. Estas fuentes están contaminadas de origen, ya que obedecen a los intereses de quienes han ocasionado esta situación que estamos viviendo. Hay que volver a creer en la palabra hablada, en el contacto personal y en suma, en la realidad. No en las virtualidades que nos hacen creer que son lo cierto. Internet es un medio magnífico para informarse correctamente, si sabemos buscar.

2. Evitar la sobrecarga de información: Como decimos en mi tierra, “por hacer más, hacemos menos”. De nada nos sirve vivir en un estado de paranoia permanente pensando en todas las posibles catástrofes que pueden ocurrir. Hay hechos inalterables como una guerra, o un ataque nuclear contra los que la población normal no puede hacer nada porque carece de los medios para ello. Si queremos informarnos, busquemos medios independientes o personas de confianza que nos permitan saber lo que ocurre, sin obsesionarnos por controlarlo todo y manejar todas las variables, ya que esto es simplemente imposible.

3. Prepararse: como dicen algunos, ya es tarde para pensar en salir corriendo al monte y construir una casa auto-suficiente, en la que no tengamos que depender del mundo exterior. Sin embargo, ante una posible escasez de alimentos, es una buena idea abastecerse con tiempo de suministros no perecederos (pasta, arroz, legumbres, etc.) o alimentos enlatados con al menos un año de duración. No está de más tener recipientes para almacenar una cantidad de agua potable que dependerá de las personas que vivan en cada hogar. No olvidar a las mascotas!

4. Estado físico: Uno de los peores efectos colaterales de este estilo de vida artificial que llevamos o hemos llevado hasta ahora, es que nuestro cuerpo ha perdido casi por completo su tono vital. Nos cansamos al hacer el mínimo esfuerzo y necesitamos grandes cantidades de comida para mantenernos relativamente bien. Una dieta equilibrada y buenas dosis de ejercicio ayudarán a que tanto el cuerpo como la mente se pongan en forma para poder responder adecuadamente ante cualquier eventualidad.

5. Sentido común: Es importante que adoptemos una mentalidad de “recursos finitos”, esto es, que utilicemos los medios a nuestro alcance con moderación y sin abusar. Es necesaria la calefacción a 24 grados en casa? O podemos irnos habituando poco a poco a estar con menos temperatura sin sentirnos incómodos? Qué tal invertir algo de dinero en ropa de abrigo de buena calidad y usarla regularmente? Somos eficientes a la hora de cocinar? Aprovechamos el calor residual de los fogones cuando cocinamos para calentar algo o cocinar otra cosa? Desconectamos los aparatos eléctricos que no estamos usando (no vale dejarlos en standby)?

6. Reciclar: Es realmente necesario tirar todo lo que se rompe? No existe la posibilidad de repararlo o reacondicionarlo? A veces es más fácil remendar un pantalón o un par de calcetines que ir a la tienda por unos nuevos. Podemos teñir nuestros viejos vaqueros para darles más meses de uso. El usar los zapatos alternadamente ayuda a alargar su vida útil (no todos los días el mismo par). Todavía tiras comida que se te olvidó comer? Recuerda que las fechas de caducidad son orientativas: hazle caso a tu olfato, gusto y sobre todo, al sentido común (ese que tenemos tan olvidado).

7. Salud: Es muy importante, como comenté antes, mantener un buen estado físico y mental, que pasa por atender nuestra salud adecuadamente. No se trata de atiborrarse de medicamentos, sino de facilitarle al cuerpo la tarea de defenderse de agresiones. No está de más saber lo básico de primeros auxilios, tener un botiquín equipado en caso de emergencia, y sobre todo, conocer las propiedades curativas de plantas y remedios naturales.

8. Menos lastre: Realmente necesitas todas las cosas que posees? Las usas todas? Esto incluye; ropa, gadgets, objetos decorativos, equipo deportivo, muebles, libros, CDs, artículos de cocina, revistas, etc. Qué pasaría si tuvieras que salir apresuradamente de tu casa por cualquier eventualidad? Tienes claro lo que es absolutamente imprescindible que vaya contigo? Sabes qué documentos necesitas en caso de que tengas que ausentarte de tu casa por un tiempo considerable? O de qué cosas no podrías olvidarte?

9. Medios económicos: Algunos dicen que los valores refugio son el oro y la plata, y en general los metales preciosos. Tal vez sea cierto. Sin embargo, hay que tener en cuenta que hoy por hoy es muy difícil obtener liquidez de esta manera, además que dichos metales tienen unos precios astronómicos actualmente. Y para cuando se establezca un sistema de trueque bien definido, si es que la manera actual de hacer negocios (con papel moneda) termina, puede que los metales pasen a un plano secundario, ante la necesidad de otro tipo de bienes (comida, abrigo, ropa, etc.)

9. Y por último, lo real es que la vida depende única y exclusivamente de nuestra actitud: si creemos en nosotros, confiamos en lo que sabemos y tenemos una actitud razonable, las cosas saldrán mejor de lo que podamos imaginarnos. “Lo importante no es lo que va a pasar, sino lo que vamos a hacer”.

Decisiones

Desde hace ya bastante tiempo, pienso y creo que la vida es un espacio donde se viene a experimentar y a aprender, además de recordar quienes somos en realidad. A veces nos encontramos con experiencias de un tipo u otro que supuestamente nos enseñan o dejan algo que para vayamos completando el acertijo de saber a qué vinimos a este planeta, o cual es nuestro cometido real. Sin embargo, cuando parece ser que hemos encontrado la razón o la vocación verdadera, la vida, como si estuviera burlándose de nosotros, nos deja ver la meta, el premio, la respuesta definitiva, pero sólo de lejos, porque cuando queremos acercarnos a tocar y disfrutar el haber por fin alcanzado eso que tanto ansiábamos, aparecen de la nada una cantidad ingente de obstáculos y dificultades que nos impiden alcanzar el objetivo.

Curiosa o irónicamente, la misma vida nos pone los recursos delante y con total disponibilidad justo cuando no los sabemos usar o no son estrictamente necesarios, para retirarlos cuando más los necesitamos. Es como aquella definición de lo que son los banqueros: aquellos que te prestan un paraguas cuando hace sol pero te lo quitan justo cuando comienza a llover…

Por tanto, hay que tomar decisiones. Casi nunca en las mejores condiciones o momento vital, y nos consolamos diciendo que “tenemos la mejor información disponible en cada momento” cuando en realidad no es así, en un vano intento por sentirnos menos mal o creer que lo que hemos hecho o intentamos hacer es el mejor camino posible, así en el fondo sepamos que no lo es. Lo malo es que esto no podemos verlo hasta mucho tiempo después, cuando ya no hay nada que hacer al respecto.

En fin. Hay que seguir jugando. Algunas veces se gana y otras muchas se pierde. El único consuelo es que parece ser que fue a esto a lo que vinimos a este planeta, nada más…

La Tormenta Perfecta

Hace unas semanas (concretamente el 11 de octubre de 2011) un amigo me hizo llegar una especie de cronología de lo que puede ocurrir con la crisis mundial de los mercados y derivados bancarios, aparecida en la revista Forbes. Valga la pena mencionar que fue publicada mucho antes del mes de octubre, que es donde comienza a relatar los hechos que podrán leer a continuación. Como se verá, algunos de los hechos comentados ya han ocurrido, si bien no en el orden temporal especificado.

Se pueden suponer varias cosas: O que hay un guión pre-establecido para lo que se viene, que la situación se veía venir desde hace tanto tiempo que se pudo preveer con claridad lo que ocurriría, o que simplemente todas las piezas van cayendo como fichas de dominó y que se verá el efecto para quien así lo desee, y no se deje influir por los medios masivos de desinformación. Que cada uno saque sus propias conclusiones.

El mundo se encuentra al borde de un nuevo colapso financiero, que podría ser mucho más devastador que la crisis del 2008. Los numerosos problemas de la deuda soberana, con Grecia a la cabeza, crearán un caos económico de enormes dimensiones, según vaticinan múltiples expertos.

Cada crisis puede desarrollarse según varios escenarios. De acuerdo con la revista ‘Forbes’, el futuro económico no presagia nada bueno para el mundo.

El escenario se basa en el análisis retrospectivo que considera como punto de referencia el 1 de enero del 2013. ¿Qué pasará durante esos 15 meses?

Octubre del 2011. La crisis de la deuda pública en Europa conduce a que Grecia protagonice al primer impago en la UE. El FMI se niega a otorgar otro tramo de ayuda financiera a Grecia debido a los desacuerdos fundamentales con el Gobierno heleno. El presidente francés Nicolás Sarkozy y la canciller alemana Angela Merkel anuncian el inicio de las negociaciones para desarrollar un mecanismo para la salida de algunos países de la zona euro. Se ralentizan los préstamos interbancarios. Los índices mundiales pierden un 10-20%, el petróleo cuesta 60 dólares por barril. Los disturbios masivos empiezan en París y Turín.

Noviembre del 2011. Los bancos BNP Paribas, Unicredit, BBVA, Société Générale, WestLB cancelan el 50% de la deuda pública griega y anuncian las negociaciones con sus Gobiernos sobre la recapitalización. El sábado 26 de noviembre las agencias de calificación S&P, Moody’s y Fitch rebajan las calificaciones de los países europeos. La negociación en las bolsas se detiene hasta el 1 de diciembre. Los inversores se libran de los bonos a cualquier precio. El petróleo cae hasta 43 dólares el barril y el oro alcanza 2.400 dólares por onza. Protestas masivas se observan en Grecia y Portugal.

Diciembre del 2011. ‘Jueves negro’, el 1 de diciembre, las bolsas de valores están en caída libre. Portugal envía una propuesta a los inversores para prolongar todos los bonos por un periodo de entre 15 y 30 años. El Banco Central Europeo (BCE) anuncia la reducción de la tasa de refinanciación a un 0,25% y la supresión temporal de los requisitos de adecuación del capital de todos los bancos en la UE. El G-20 introduce la prohibición mundial de venta corta de acciones.

Enero del 2012. La crisis de deuda se convierte en una crisis bancaria global. Se nacionalizan Citigroup, Bank of America, Barclays, Societe Generale, Intesa y Unicredit. Los bancos estatales de China están en conversaciones para adquirir por un yuan los bancos JPMorgan Chase, BBVA, Wells Fargo, HSBC e ING. Los bancos de Rusia están en conversaciones para comprar por un rublo BNP Paribas y Morgan Stanley. Las manifestaciones coordinadas de los controladores del tráfico aéreo en Reino Unido, España, Alemania y Francia no permiten a millones de europeos a regresar de sus vacaciones. Después de negociaciones fallidas, los controladores se hacen con el control de la gestión del tráfico en el espacio aéreo de la UE.

Febrero del 2012. El costo de los productos alimenticios (arroz, trigo, soja) llega hasta un 150-190% de los niveles pre crisis. Los mercados son volátiles. Los índices varían el 3-6% todos los días. Warren Buffett compra el banco UBS por una suma simbólica de 100 dólares. Qatar anuncia la compra de Goldman Sachs. Se desarrolla una crisis de impago. En Europa circulan rumores sobre la limitación de entrega de euros, con el pánico y las colas en las sucursales bancarias de todo el continente.

Marzo del 2012. El BCE introduce nuevas reglas para la compra de deuda pública con pagos a plazos. El jefe de la Fed, Ben Bernanke, anuncia el programa de estímulo económico QE3 por 1,6 billones de dólares. Renuncias en los gobiernos de Italia y Grecia. Arrestan a Silvio Berlusconi. Manifestaciones en Francia y Alemania exigiendo la dimisión del Gobierno. Las interrupciones en el suministro  de frutas y hortalizas frescas desde el sur de Europa. Credit Suisse vende su participación mayoritaria al banco ruso Sberbank. Las principales bolsas declaran una transición temporal al ‘Trader’s Tuesday’: un día de negociación a la semana.

Abril del 2012. Hungría declara un impago y la reestructuración de su deuda. Disturbios en masa a causa del hambre en países africanos y asiáticos. El Parlamento Europeo no es capaz de votar la disolución de la Unión Monetaria Europea. Grecia declara su retirada unilateral de la zona euro el 1 de junio del 2012. 17 bancos en Europa, 13 en EE. UU. y dos en Japón se declaran en quiebra. Los gobiernos expresan su apoyo a los depositantes del banco y su incapacidad para salvar a los propios bancos.

Mayo del 2012. Renuncia de los gobiernos de España y Japón. Por primera vez en la historia de Francia una mujer se hace con la presidencia, Marine Le Pen llega al poder. Se agrava la crisis de impago. Rusia y China anuncian la creación de un fondo común para Europa, que va a comprar las empresas en quiebra en los sectores de energía y materias primas. Paridad entre el dólar y el euro.

Junio del 2012. La crisis de impago conduce a una interrupción del suministro a las tiendas de EE. UU. y Europa. La gente entra en pánico y adquiere compulsivamente productos de almacenamiento a largo plazo. Tiendas en Berlín, Londres, París y Cleveland agotan sus existencias. Los militares se hacen con el control de decenas de ciudades europeas y americanas debido al caos. Muchos europeos y americanos dejan de recibir sus salarios. La población de Europa se prepara para el invierno plantando legumbres en sus jardines. Restricciones a los retiros de efectivo de los bancos. El oro alcanza los 2.600 dólares por onza, el barril de petróleo se paga a 22 dólares.

Julio del 2012. El crece el costo de los alimentos. El hambre se incrementa en África, Indonesia y Bangladesh. Se revela un fraude masivo en Grecia durante la transición al euro, el Gobierno dimite. Suiza liga el franco suizo a la cotización del yuan. Vacaciones escolares anticipadas en Europa y EE. UU. Se introducen las cartillas racionamiento en Inglaterra, Francia, España e Italia. Los militares toman el control de la entrega y distribución de alimentos en toda la UE. Para evitar las manifestaciones los gobiernos bloquean redes sociales. El petróleo baja a los 19 dólares por barril.

Agosto del 2012. En los países del G-7 solo quedan unos pocos bancos en funcionamiento. Dejan de trabajar hasta un cuarto de las empresas europeas y un tercio de las americanas y japonesas. Las reservas de divisas de China y Rusia se reducen en un 25-30%.

Septiembre del 2012. La muerte del presidente venezolano Hugo Chávez conduce a disturbios e interrupciones en los suministros de petróleo del país. El Congreso de EE. UU. aprueba el envío de tropas a Venezuela para mantener el orden. El petróleo sube a 48 dólares por barril.

Octubre del 2012. Rusia envía tropas a Venezuela para asegurar los intereses de las empresas y la seguridad de los ciudadanos rusos. La crisis venezolana se convierte en el enfrentamiento más grave entre Rusia y Estados Unidos desde la Crisis del Caribe de 1961. El oro sube por encima de 3.000 dólares la onza.

Noviembre del 2012. La reunión entre los líderes ruso y estadounidense en Reikiavik previene la escalada de la crisis venezolana. EE. UU. y Rusia retiran sus tropas de la zona de conflicto. Manifestaciones masivas anti-rusas y contra el Gobierno en EE. UU. Con el fin de evitar las protestas organizadas en todo el mundo, los servicios de seguridad nacional presentan una lista de sitios que deben ser bloqueados por los proveedores.

Diciembre del 2012. En las elecciones presidenciales de Estados Unidos gana el tándem republicano Newt Gingrich – Michele Bachmann. Se limita casi completamente el acceso a las redes sociales. Los ministros de finanzas del G-20 adoptan un plan conjunto para reanimar la economía global. Se logra una relativa estabilización. En 2012 el PIB de los países de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) se reduce en promedio un 16%, el de los países BRICS un 8%. El oro cuesta 2.450 dólares por onza, el petróleo se sitúa en los 25 dólares por barril.

Ciegos, sordos y tontos

Hace un tiempo hice la promesa de no leer tantas noticias ni acceder de manera compulsiva a los medios de comunicación, porque me harté de tanta basura, desinformación y manipulación. Sin embargo, de un tiempo para acá he vuelto a consultar, si bien no de la misma forma, estas fuentes de control para ver cómo están (des)informando sobre lo que está ocurriendo en el planeta. Y claro, como no podía ser de otra forma, no me llevé una sino varias sorpresas:

1. La crisis económica ha pasado a un segundo plano: Nadie habla ya de Grecia, ni de los movimientos sociales que están ocurriendo allí, o de los “esfuerzos” desesperados por tomar una decisión con respecto a la deuda tóxica de ese país para que no afecte tanto como puede los intereses de quienes lo llevaron hasta allí.

2. Las noticias sobre las continuas caídas de la bolsa en toda Europa, especialmente en España, siguen pasando desapercibidas, así como el gran número de desahucios a propietarios que ven como sus viviendas son secuestradas por el banco de turno, para, además de seguir cobrando una deuda por un inmueble del que ya no se tiene el uso y disfrute, revenderlas y seguir inflando sus ya obscenas cuentas de resultados, a ver si algún otro incauto/a pica y siguen con la farsa.

3. Los precios de los alimentos están disparados: Especialmente en los países de África y América, los valores del maíz, trigo, sorgo y otros alimentos están subiendo de manera descontrolada, haciendo que cada vez más gente no pueda alimentarse correctamente. Una vez más, nadie dice nada al respecto.

4. Cada vez más empresas están cerrando o despidiendo trabajadores aduciendo razones de “crisis” (la prueba? El absurdo número de personas que vagan sin rumbo por las calles en días laborables, a horas intempestivas: y sinceramente no creo que todos/as estén de vacaciones), sin embargo, los beneficios de los bancos y negocios asociados son cada vez más altos, y sus ejecutivos se permiten decir perlas tales como que “la regulación al sector bancario sólo traería más contracción económica y restringiría aún más el crédito”. Sin palabras.

5. Los gobiernos locales ocultan la deuda para ser reelegidos (el caso de Navarra) y luego “descubren” los problemas y enarbolan la bandera de “nosotros lo arreglaremos”, sin embargo, siguen percibiendo escandalosos beneficios extras por trabajos que no ejecutan o por compatibilizar actividades que por ética y moral no deberían serlo, más allá de que existan regulaciones para ello.

6. Las agencias de “calificación de riesgo” (léase los instrumentos de los especuladores para manipular el mercado económico), siguiendo con su plan rediseñado de crear incertidumbre para lucrarse de la situación (por aquello de “a río revuelto, ganancia de pescadores”), tienen ahora en la mira a España, para desencadenar una situación similar a la de Grecia: declarar el “peligro inminente de impago” y obligar al país y a las distintas regiones a realizar recortes radicales, que socavan los derechos fundamentales, a endeudarse aún más con los suministradores de crédito “aprobados” por quienes ocasionaron el problema, y a gravar aún más a los ciudadanos con impuestos que no se sabe bien adonde van. Si bien es cierto que España gastó más de lo que ingresó en los últimos 10 años (obras públicas faraónicas innecesarias, gastos innecesarios en ornato, sin destinar dinero a capitalizar las fuentes de trabajo a largo plazo tales como la investigación y desarrollo, el cambio hacia energías limpias, la diversificación de negocios tradicionales como el turismo o la producción de bienes de poco valor añadido, por ejemplo), la situación se puede resolver de muchas otras formas que no sean disminuyendo los servicios públicos básicos tales como la salud o la educación.

7. Los movimientos sociales que aparentemente están “protestando” contra la manera actual (y pasada) de hacer las cosas, son simplemente una válvula de escape sin soluciones o medidas concretas para aportar o implementar. Casos como la victoria del Partido Pirata en Berlín o las declaraciones de Zygmunt Bauman al respecto, donde queda claramente expuesto que estas protestas son más corazón que razón, y que si no hay un esfuerzo organizado por canalizarlas, se convertirán en una distracción más para aliviar tensiones, tal como el fútbol, la televisión o el bar más próximo.

Sin embargo, a pesar de todas estas señales, nadie parece darse cuenta. Vamos a la manifestación de turno, pero seguimos comprando en supermercados, consumiendo de manera irresponsable, tenemos nuestro dinero en los bancos, nos vamos de vacaciones, y sólo importa que podamos llegar a fin de mes o que seamos capaces de salir unos cuantos fines de semana a intoxicarnos para “olvidar los problemas”.

Tal vez más de uno/a diga que soy un extremista radical y tal vez sea así, pero independientemente de mi opinión, que es tan válida como cualquier otra, nos acercamos a una transición inexorable que cambiará la manera como vivimos de manera importante y muy significativa. El cómo nos vaya en el proceso depende de si estamos dispuestos a prepararnos, ser flexibles y sobre todo, actuar en consecuencia, dejando atrás aquello de “que cambie todo para que todo siga igual”.

Llegó la hora de actuar y prepararse. Y si bien es cierto que para algunas cosas puede ser algo tarde, todavía estamos a tiempo de soltar lastre y recuperar las redes familiares y de amistad que son las que realmente nos ayudarán para encarar lo que viene… Amanecerá y veremos.

Sin ataduras

Este pequeño extracto de una semblanza que su primera novia “seria” hace de Steve Jobs en Rolling Stone, en sus tiempos de juventud cuando la fama todavía no le había llegado y era un romántico sin un céntimo, con una pareja preocupada por la falta de recursos, me ha hecho pensar y sentir sobre el valor relativo que le damos a todas las cosas. Juzguen ustedes:

“We had very little money and no foreseeable prospects. One evening after we had splurged on dinner and a movie, we walked back to our car to discover a $25 parking ticket. I just turned inside out with despair, but Steve did not seem to care. He had a deep well of patience when it came to discouragements. We drove to the ocean near Crissy Field in San Francisco and walked out onto the beach to see the sunset, where I began talking about money worries. He gave me a long, exasperated look, reached into his pockets and took the few last coins and dollars we had and threw them into the ocean. All of them.”

Trainspotting

Siempre hay muchas más opciones…

“Choose life. Choose a job. Choose a career. Choose a family. Choose a fucking big television, Choose washing machines, cars, compact disc players, and electrical tin openers. Choose good health, low cholesterol and dental insurance. Choose fixed- interest mortgage repayments. Choose a starter home. Choose your friends. Choose leisure wear and matching luggage. Choose a three piece suite on hire purchase in a range of fucking fabrics. Choose DIY and wondering who you are on a Sunday morning. Choose sitting on that couch watching mind-numbing sprit- crushing game shows, stuffing fucking junk food into your mouth. Choose rotting away at the end of it all, pishing you last in a miserable home, nothing more than an embarrassment to the selfish, fucked-up brats you have spawned to replace yourself. Choose your future. Choose life… But why would I want to do a thing like that?”