Hacía bastante que no salia de casa a un concierto, gracias a mis peripecias sobre el MTB. Anoche tuve la rara oportunidad (porque a esta pintoresca ciudad no viene nadie, todo hay que decirlo), de ver a Kroke en directo. Sencillamente espectacular. Estos cuatro personajes son la personificación del virtuosismo y la elegancia de la música klezmer. Piezas largas y sentidas. Poca charla y mucha música, fusión de estilos y culturas, justo como me gusta. En marzo sacarán su nuevo trabajo, pero aprovecharon para deleitarnos con un par de piezas inéditas. Cuando tengo la fortuna de asistir a presentaciones de esta calidad, confirmo mi convicción de que si algo debería sobrevivir a la raza humana es la música…