Los Marginales

Igual el título despista un poco, porque normalmente esta palabra la asociamos con desprecio, diferencia, desdén y todos los sinónimos despectivos que se les ocurran. Sin embargo, en los tiempos actuales, muchas cosas están cambiando y la semántica de muchísimas, si no todas, las palabras está adquiriendo un significado que puede parecer un contrasentido inicialmente, cuando en realidad lo que ocurre es que finalmente estamos viendo la realidad pura y sin filtros.

En medio de este experimento social a gran escala, con consecuencias impredecibles, creo que incluso para aquellos que lo están llevando a cabo, resulta ser que todo aquello que soliamos descartar de un plumazo ha cobrado una importancia superior y el famoso sentido común, que en contra de la supuesta sabiduría popular, no es el más común de todos los sentidos, está viendo cómo se re-evaluan muchos conceptos de manera importante.

Lo que antes se desechaba sin pensar, ahora es importante en grado extremo: el razonamiento, el juicio crítico (ese que nos enseñaron en el colegio y que pensábamos que no servía para absolutamente nada) y sobre todo, la independencia de criterio, o en otras palabras, el arte de pensar por nosotros mismos, sin dejar que las decisiones importantes (que son las que atañen a la salud, el dinero y el amor) las tomen unos desconocidos o lo que es peor, la rampante presión social.

Sé que es dificil dejar la inercia en la que nos han sumido cuidadosa y laboriosamente durante las últimas décadas, distrayéndonos a más no poder de lo que podría liberarnos de esta peculiar jaula de cristal que no podemos ver, oir, oler, gustar ni tocar, sin embargo, esta tarea se ha vuelto repentinamente de una relevancia capital si queremos sobrevivir de manera digna en estas circunstancias.

Y claro, la siguiente pregunta que suele surgir es: Cómo hacerlo? Y ahí me remito al párrafo anterior al último. Cada cual sabe donde está su sentido común, sus líneas rojas y sobre todo, la noción de hasta donde quiere ceder en lo esencial. El sopesar los beneficios y perjuicios de nuestras decisiones presentes y futuras no es tema baladí. Hay que ir con pies de plomo y sin prisas para no cometer errores ni entrar en pánico. No importa donde estemos ahora, lo que vale es lo que hagamos a partir de este momento.

Se vienen tiempos interesantes y de nosotros mismos depende cómo nos vaya en el baile, por decirlo de alguna forma. Eso si, no hay que olvidar que todo esto es una ilusión muy bien montada, pero que al final del día no deja de ser eso: una mentira elaborada que nos hemos creído durante mucho tiempo a punta de repetición constante y que sabiéndolo, podemos divertirnos todo lo que queramos, si asi lo elegimos.

Y si, nos hemos convertido en los marginales: los que pensamos por cuenta propia, los que cuestionamos, los que no tragamos entero, los que hemos elegido renunciar a esta locura colectiva cuanto antes, los que reflexionamos antes de actuar, a mucho honor…

 

Memento Mori

Retomando viejos temas, últimamente la vida me ha traido espejos e imágenes de su fragilidad y me ha recordado, una vez más, que todo tiene un comienzo y un final, sea “bueno” o “malo” según el punto de vista que más nos atraiga.

Lo cierto es que no somos eternos ni indestructibles, y por más que hagamos esto y aquello para “mejorar” nuestra calidad de vida, inevitablemente alcanzaremos nuestra fecha de caducidad en algún momento y tendremos que enfrentarnos, queramos o no, a la decadencia y al hecho de dejar esta experiencia sensorial tal como la conocemos.

Puede ser que suene algo lapidario, sin embargo, la idea principal de esta reflexión es la de no tomarnos nada tan en serio y evitar en lo posible las distracciones innecesarias que quieren hacer del “tener” y el “hacer” algo más importante, vana ilusión, que el Ser, que es el estado natural y a lo que vinimos realmente aquí…

Psicología de un vencido

Augusto dos Anjos es uno de los escritores de poesía más populares de Brasil, y fue conocido como el poeta de la enfermedad y la muerte. Me encontré su obra de casualidad hablando de corrupción y males endémicos y sus versos reflejan precisamente esa desesperanza vital que caracteriza los tiempos actuales. Hay que tener en cuenta que sus poemas datan de 1912 y sólo se publicó un libro con sus pensamientos, llamado “Eu”. Disfruten uno de ellos:


Psicologia de um vencido

Eu, filho do carbono e do amoníaco,
Monstro de escuridão e rutilância,
Sofro, desde a epigênese da infância,
A influência má dos signos do zodíaco.

Profundissimamente hipocondríaco,
Este ambiente me causa repugnância…
Sobe-me à boca uma ânsia análoga à ânsia
Que se escapa da boca de um cardíaco.

Já o verme — este operário das ruínas —
Que o sangue podre das carnificinas
Come, e à vida em geral declara guerra,

Anda a espreitar meus olhos para roê-los,
E há-de deixar-me apenas os cabelos,
Na frialdade inorgânica da terra!


Psicología de un vencido

Yo, hijo del carbono y del amoníaco,
Monstruo de oscuridad y rutilancia,
Sufro, desde la epigénesis de la infancia,
la mala influencia de los signos del zodíaco.

Profundísimamente hipocondríaco,
Este ambiente me causa repugnancia…
Sube a mi boca un ansia como el ansia
Que escapa de la boca de un cardíaco.

Ya el gusano – ese obrero de las ruinas –
Que la sangre podrida de las matanzas
Come, y a la vida en general declara guerra,

Va acechando mis ojos por roerlos,
Y ha de dejarme sólo los cabellos,
¡En la frialdad inorgánica de la tierra!