Esta mañana me encontré con esta interesante nota donde se habla de la historia de una familia que, cansada de la vida ciudadana y de la dependencia tecnológica, decide apartarse de esta carrera desenfrenada de consumismo y estrés en que vivimos, para construir una casa totalmente ecológica y cambiar por completo sus hábitos de vida. Lo que siempre me llama la atención de este tipo de iniciativas es que lamentablemente son la excepción y nunca la regla: Los “locos” son los que se liberan y deciden vivir de otra forma, mientras que los “cuerdos” son quienes continuan por el camino que marca la sociedad, muchas veces cometiendo los mismos errores una y otra vez. El miedo nos atenaza e inmoviliza, somos muy cómodos y nunca nos arriesgamos, y para justificar este comportamiento, adquirimos compromisos que nos dan una falsa seguridad… Nos atreveremos alguna vez a cambiar?
El Calentamiento Global supera el punto de no retorno
Según este artículo, el hemisferio norte del planeta ha alcanzado y superado el “punto de no retorno”, es decir, que el nivel de alteración del clima ya no podrá volver a niveles anteriores, debido en gran parte al acelerado proceso de destrucción de los glaciares del Artico por efecto del efecto Invernadero. Si esto es cierto, solo queda esperar lo peor. Eso si, mientras tanto, podemos seguir consumiendo combustibles fósiles a un ritmo desenfrenado y contaminando la atmósfera, porque como ya no hay remedio… (Nótese el tono de sarcasmo, por favor).
El peor enemigo del hombre
Este artÃculo de Olalla Cernuda, publicado en el periódico El Mundo, no necesita de más comentarios.
“El lunes 29 de agosto, el huracán Katrina arrasó los estados del sureste de Estados Unidos, dejando a su paso una estela de muerte y destrucción. Pero no ha sido la única catástrofe meteorológica de los últimos meses. Pavorosas sequÃas en Ã?frica -con sus correspondientes hambrunas-, inundaciones en Centroeuropa y Asia, huracanes en el Caribe, tifones en Asia… Cada vez son más los cientÃficos que ven la mano del hombre detrás de todas estas catástrofes. El cambio climático causado por el calentamiento global del planeta puede tener buena parte de la culpa.
Katrina ha sido la pesadilla que desde hace años temÃan multitud de meteorólogos: un huracán de la más alta categorÃa que tocara tierra en una zona altamente poblada y con edificios construidos por debajo del nivel del mar. La revista National Geographic ya anunciaba hace más de un año que se podrÃa producir una situación asà en Nueva Orleans -frecuentemente azotada por huracanes-, pero nadie ha podido hacer nada por evitarlo. Y es que los propios cientÃficos aseguran que incluso si la humanidad reaccionara enérgicamente ahora, el daño ya estarÃa hecho.
Durante décadas, la actividad industrial de los paÃses más desarrollados ha supuesto una constante emisión de gases a la atmósfera que provocan el calentamiento global del planeta, también conocido como ‘efecto invernadero’, sin que se haya hecho prácticamente nada por frenar su impacto. Sólo la entrada en vigor del protocolo de Kioto, que obliga a los paÃses a reducir la emisión de estos gases contaminantes, puede mejorar algo la situación, aunque casi todos los expertos sostienen que mientras EEUU -que emite el 25% de los gases contaminantes del planeta- no lo ratifique, poco hay que hacer.
Mientras tanto, España y buena parte de Europa llevan dos años sufriendo los veranos más calurosos que se recuerdan, y las olas de frÃo polar son cada vez más frecuentes en los paÃses mediterráneos; la cima del Kilimanjaro y los glaciares de Pirineos, Alpes y el Himalaya se derriten; gigantescos fragmentos de hielo se desprenden de los polos; las aves cada vez migran menos que antes; aumenta el nivel del mar; suben las temperaturas medias de los océanos… y según los cientÃficos, esto no ha hecho más que empezar.
CientÃficos y ecologistas vienen alertando desde hace años de algunas de las consecuencias que podrá tener el cambio climático: más tormentas y fenómenos meteorológicos extremos, un aumento del nivel del mar de hasta 0,88 m en 2100, un aumento de 1,4 °C en la temperatura media de la Tierra, desaparición de los hielos en los polos… a lo que seguirán millones de personas sin acceso a agua potable, hambrunas, inundaciones, etc.
A todo ello se suman los costes que tendrán las sucesivas catástrofes. Sólo el Katrina ha sido el huracán que mayores pérdidas ha supuesto para EEUU. Pero los costes derivados de estos problemas aumentan año a año. Según un estudio realizado por la Unión Europea, entre 1975 y 1984 se produjo a nivel mundial tan sólo una catástrofe natural de grandes dimensiones, con daños estimados en mil millones de dólares. Fue el huracán Alicia, que golpeó las costas del Golfo de México y de Estados Unidos en 1983. Durante la posterior década se produjeron 13 catástrofes y en la última, desde 1995, el número de incendios, tormentas e inundaciones ascendió a 35. Los expertos creen que sus costes podrán suponer los 200 billones de dólares estadounidenses hasta el 2050”.