Este pequeño documental narra la historia de una librería excepcional en Los Ángeles, que contra toda lógica, se mantiene como un centro de cultura y reunión para los amantes de los libros, en estos tiempos de desenfreno digital. Lo que más me gusta es la frase final de Josh, el cerebro detrás del proyecto: “He perdido cosas en mi vida mucho más traumáticas que un negocio. Si pude superar eso, puedo perfectamente lidiar con un negocio que no funciona”. Buena reflexión para los tiempos que corren. Disfruten…
Instrucciones a mis hijos
Me gustó este poema de Magdalena Sanchez Blesa, y más que dedicado a los hijos, tal vez aplica para todas y cada una de las personas que habitamos este peculiar punto en el espacio…
Jamás un conato de daros la vuelta
Jamás una huida, por muchos que sean
Jamás ningún miedo, y si acaso os diera,
Jamás os lo noten, que no se den cuenta
Jamás un “me rindo”, si no tenéis fuerzas
Aunque fuese a gatas, llegad a la meta
Que nadie os acuse… ¡miradme a la cara!
Que nadie os acuse de dejar a medias un sueño imposible…
(Si es que los hubiera)
Yo no los conozco,
Y mira que llevo yo sueños a cuestas
Jamás, y os lo digo como una sentencia, ¡miradme a la cara!
Jamás en la vida paséis por el lado de cualquier persona sin una sonrisa
No hay nadie en el mundo que no la merezca
Hacedle la vida más fácil, ¡miradme!
A cada ser vivo que habite la tierra
Jamás se os olvide que en el mundo hay guerra
Por pasar de largo sin gloria ni pena delante de un hombre
Y no preguntarnos qué sueño le inquieta
Qué historia le empuja,
Qué pena lo envuelve,
Qué miedo le para,
Qué madre lo tuvo,
Qué abrazo le falta,
Qué rabia le ronda,
Qué envidia lo apresa…
Jamás, y lo digo faltándome fuerzas,
Si el mundo se para,
Os quedéis sentados viendo la manera de que otro lo empuje
Remangaos el alma,
Sed palanca y rueda,
Tirad de la vida vuestra y de quien sea,
Que os falte camino,
Perded la pelea contra los enanos
No sed los primeros,
Que os ganen los hombres que no tienen piernas
No sabedlo todo,
Dejad que contesten los que menos sepan
Las manos bien grandes,
Las puertas abiertas,
Anchos los abrazos, fuera las fronteras
Hablad un idioma claro, que se entienda
Si estrecháis la mano, hacedlo con fuerza
Mirando a los ojos,
Dejando una huella
Prestad vuestra vida,
Regaladla entera
Que a nadie le falte ni una gota de ella
¡Cantad!
Que cantando la vida es más bella
Y jamás, os hablo desde donde nazca
El último soplo de vida que tenga,
Jamás una huida,
Por muchos que sean…
Un artesano japonés que restaura libros viejos
Me encantó este video de un dedicado artesano dedicado al curioso arte de devolverles la vida a esos libros viejos que tienen un significado especial. Para quienes no hablan el idioma, el hombre que lleva el libro a reparar (un diccionario japonés – inglés en muy mal estado, que usó en su época de estudiante) quiere regalárselo a su hija universitaria, además de borrar las iniciales de una antigua novia del mismo y sus fallidos intentos por ocultarlas. (El color violeta de los bordes de las páginas). Vean y disfruten.
Sauce Ciego, Mujer Dormida
Hace un rato terminé de leer este libro, que se compone de 25 historias cortas de uno de mis escritores favoritos. La verdad, lo compré “sin querer” en uno de mis viajes recientes a Barcelona, y sin buscarlo, me lo encontré de improviso. Así que, cómo resistirse?
Es el primer compendio de cuentos que leo de Murakami, y la verdad no sabía que también dedicaba parte de su genio a este tipo de relatos (en el prólogo del libro lo explica bastante bien: “Para mi, escribir novelas es un reto, escribir cuentos es un placer”. Existen otros dos más publicados en español.
A diferencia del último libro que pasó por mis manos, en esta obra se nota al Murakami “de siempre”, ya que hay fragmentos de estos cuentos que se han utilizado dentro de otras de sus novelas. Su estilo es el mismo: limpio, directo y descarnado, mostrándonos en toda su magnitud los conflictos sicológicos de sus personajes, e incluso dándole una importancia inusitada y casi vital a situaciones cotidianas (me recuerda mucho a Taniguchi en algunas ocasiones). Sin embargo, no deja de lado la fantasía para, a través de metáforas, contar historias de una manera fluida y sencilla.
Me gustaron especialmente “Viajero por azar”, donde muestra cómo ciertos acontecimientos que pueden parecer banales, pueden significar una gran diferencia en nuestra vida, y muchas veces vamos por la vida sin darnos cuenta, “Hanalei Bay”, porque muestra la realidad de los sentimientos, por cruda que pueda ser, y “El séptimo hombre”, sobre esos fantasmas que nos persiguen a lo largo de la vida, hasta que decidimos enfrentarlos.
Me hizo gracia la afirmación del protagonista de “El Espejo”, cuando dice que es realmente dificil afeitarse sin usar uno. La verdad, yo lo vengo haciendo desde hace bastante y no es especialmente complicado. Más bien es una cuestión de práctica y de, como decirlo, autoconocimiento…
Algunas citas:
“Sin embargo, Flanagan, al final de la actuación, sin decir una palabra, sin lanzar una mirada hacia mí, interpretó las dos melodías, una detrás de la otra! Primero, la balada Star-Crossed Lovers; luego una (versión) uptempo de Barbados. Con la copa de vino en la mano, me quedé sin palabras.” (Viajero por Azar)
“Duró apenas unos instantes, pero la ola, rota, permaneció inmóvil justo en aquel punto. Y en la cresta, dentro de su lengua transparente y cruel, distinguí con toda claridad la figura de K” … “Y no sólo eso. K miraba hacia mi y me sonreía.” (El séptimo hombre)
“Sin embargo, a decir verdad, a ella nunca le gustó su hijo como persona. Lo quería, por supuesto. Nadie le importaba más en el mundo. Sin embargo, como persona – aunque lo cierto es que tardó mucho tiempo en reconocerlo a ante si misma – no lograba sentir simpatía hacia él. Si el chico no hubiera llevado su misma sangre, no lo hubiera querido ni ver.” (Hanalei Bay).
Lo recomiendo para aquellos que han oido hablar de Murakami pero no se atreven con una de sus novelas o relatos más largos. Es una buena introducción en su universo personal.
Una pequeña historia de casi todo
Llevaba un tiempo inmerso en la literatura técnica y quería cambiar un poco el registro. Así que comencé a revolver el “depósito” de libros que esperaban pacientemente a ser leídos (mi método es comprar lo que me parece interesante cuando lo veo y luego ir leyendo poco a poco, con lo que consigo estar siempre con material disponible) y encontré este volumen, adquirido en uno de mis viajes a Londres y aplazado infinitas veces…
Bill Bryson no es un científico ni nada que se le parezca. Es un cronista de viajes y naturaleza, pero tiene una curiosidad innata enorme, que se ve reflejada en los primeros compases del libro, donde habla de que durante un viaje, comenzó a hacerse preguntas que posiblemente se nos hayan pasado a todos por la cabeza (por qué los mares son salados y los lagos no?) y decidió invertir tres años de su vida investigando para dar respuesta a estos interrogantes.
El contenido del libro es interesante, aunque a veces algo denso para alguien que no tenga una formación básica en ciertos campos, pero esto no impide que los conceptos se puedan entender perfectamente, ya que son expuestos con rigor pero a la vez con humor y una gran dosis de sentido común.
Me ocurrió algo curioso cuando lo leí, y fue que en un principio me pareció bastante fatalista, porque durante toda la historia se habla de cientos de millones de casualidades y “golpes de suerte” que han permitido que existamos como raza y gocemos de las condiciones en las que vivimos, y repite una y otra vez que somos muy afortunados de poder ser lo que somos actualmente.
Sin embargo, creo que su principal atractivo (que entendí casi cuando lo estaba terminando) es el de mostrarnos que hay muchísimo por hacer en el campo de las ciencias, y que nuestro conocimiento del planeta y de nosotros mismos no ha hecho más que empezar. Durante todos los capítulos se esfuerza por quitarnos de la cabeza ese “complejo de superioridad” que últimamente está tan en boga (“La raza humana ha alcanzado el pináculo de su gloria y nadie puede con nosotros”) para que, con una gran dosis de humildad, reconozcamos que lo que hemos alcanzado es una minúscula parte de todo lo necesario para entender realmente a nuestra especie, y por extensión, a todas las demás con las que convivimos en nuestro único, por ahora, planeta.
Lo leí en inglés, pero creo que la traducción al español estará bien lograda (Francesc, cuando lo leas comentalo aquí por favor!). Es una excelente introducción a las ciencias para aquellos a quienes el tema les parece un poco intimidante o árido. Altamente recomendado.
After Dark
Hace un par de semanas terminé de leer (en inglés) el último libro que se ha traducido del japonés de Haruki Murakami. La historia, situada en Tokyo, transcurre entre las 12 de la noche y las 6 de la mañana de un día cualquiera, y describe una pequeña parte de ese mundo paralelo que cobra vida cuando la mayoría de los mortales duermen a pierna suelta.
Los personajes, a diferencia de todo lo que he leído hasta ahora de él, son bastante anodinos y sin fuerza, debido, creo, a que la historia es bastante corta (el libro no llega a las 200 páginas). Pero no por esto dejan de aparecer los mundos paralelos surrealistas que tanto gustan y caracterízan a este escritor japonés. Sus señas de identidad están claras: individuos con una “doble vida”, desconfianza y sufrimiento, esa andadura catártica por la vida, buscando siempre la razón primigenia de la existencia y una descripción con gran lujo de detalles de todo lo que ocurre. La música también está muy presente, como en todas sus demás obras.
Me gustó mucho la descripción de ese “cansancio” crónico de una de las protagonistas, al ver que su vida vacía no va a hacia ninguna parte, traducido en un sueño profundo y casi ininterrumpido que se prolonga en el tiempo. Creo que muchos nos identificamos con esa sensación de querer dormir y no despertar, ante la vacuidad de la existencia. La brutalidad e impunidad del agresor de la prostituta china contrasta con la disciplina y orden extraño que imprime a su vida. Un sociopata consumado. Me resultó curioso su hábito de trabajar durante la noche y hacer ejercicio físico a oscuras, para no verse con su familia en la mañana. Me resultó familiar y muy identificable con una época no muy lejana de mi vida.
Sin embargo, después de terminar con un final bastante descafeinado, me quedó la impresión que este relato habría podido ser más un cuento incluído en un recopilatorio, que una historia por si misma. El desenlace no deja nada a la imaginación, el simbolismo del final de la noche acaba con todas las expectativas de resolución o liberación, tan características de las obras de Murakami, y la sensación es como si faltara algo más, como si la historia no hubiese terminado de contarse.
No me parece un libro representativo o imprescindible para los seguidores más incondicionales, pero se deja leer y nos permite introducirnos en su universo particular de manera fácil, aunque no del todo cómoda.
La música de Murakami
Esta mañana, buscando un poco por Internet la biografía completa de Haruki Murakami, me encontré con su página web oficial, que no conocía, y estuve navegando por ella durante un rato. Además de promocionar sus libros, tener una sección de experiencias de sus fans y listar sus traductores oficiales, hay una lista con todas las piezas musicales que aparecen en sus libros, dividida en tres partes: la música popular, el jazz y miscelánea y la clásica. Para los que no lo sepan, Murakami tuvo hace años un club de jazz, donde adquirió un gusto bastante refinado por la música, cosa que se puede apreciar al leer sus obras. Ya tenía algunas de las canciones más representativas, como las del “Archduke Trio” (Rubinstein, Heifetz, & Feuermann), en su versión original, y mucho de Bill Evans, pero el tener la lista completa permite revivir la experiencia de sus historias una vez más. Mi próximo libro será, posiblemente y si todo va bien, El Pájaro que da cuerda al mundo.
Jiro Taniguchi
Hace poco descubrí el manga. En el pasado tuve amigos que eran bastante aficionados, pero la verdad nunca me llamó mucho la atención, tal vez por el carácter violento de las historias con las que tuve contacto. Pero de un tiempo para acá, leyendo cosas sobre la cultura popular de Japón, comencé a enterarme de que había varios movimientos distintos a lo que la mayoría de la gente conoce (Gundam, Naruto, Full Metal Alchemist…), encontrando cosas de corte intimista y personal, y ahí fue donde conocí a un autor que se ha convertido en mi favorito. Hablo de Jiro Taniguchi.
Nace en Tottori en 1947 y publica su primer trabajo (Kareta Heya) en 1970. A partir de ahí, colabora con distintos guionistas, entre ellos el popular Moebius y Natsuo Sekigawa, hasta que finalmente comienza a producir trabajos en solitario.
Hasta el momento he leído Barrio Lejano, El Caminante, El Viajero de la Tundra, El Almanaque de mi Padre y Tierra de Sueños. Todas ellas historias que tratan de la vida de personas normales, en situaciones a veces cotidianas, a veces muy extremas.
La que más me ha gustado ha sido El Caminante. Es una historia sencilla que narra las vivencias de un hombre que vive con su pareja y da paseos por su barrio, observando todo lo que pasa a su alrededor. El ritmo es relajado y me recordó lo que es vivir sin prisa ni agobios. Tiene un corte muy zen, y puede que no le guste a todo el mundo, por la ausencia de diálogos, aunque la exquisitez de los dibujos se disfruta enormemente.
Barrio Lejano (2 tomos) es la historia de un hombre de 48 años, casado y con dos hijas, que sin saber muy bien cómo, regresa a su pueblo natal y se ve transportado a su adolescencia, reviviendo momentos muy alegres y dolorosos de esa época, que le hacen reflexionar sobre cómo ha llevado su vida hasta ese momento. Personalmente me hizo pensar mucho sobre la relación que tuve con mi padre y cómo nos sesgamos y dejamos llevar por la rutina, olvidándonos de lo que es realmente importante: el presente.
El Almanaque de mi Padre es una historia en tres tomos que cuenta la historia de un hijo que, traumatizado por la separación de sus padres, se aleja de su familia hasta que tiene noticia de la muerte de su padre. En ese momento vuelve a su pueblo para los funerales y comienza a descubrir facetas desconocidas de la vida de su progenitor, a través de familiares y amigos, y a entender muchas de las cosas que de niño le resultaban incomprensibles. Me sentí muy identificado, especialmente porque hace poco perdí a mi padre y me pasó algo similar al argumento de la historia.
Lo que más me atrae es la manera sutil como Taniguchi cuenta sus propias vivencias, con algunos toques de ficción, de forma fluída e interesante, mostrando con gracia los sentimientos de los protagonistas de sus historias, sean alegres o tristes. Su particular visión del mundo hace que sus escritos tengan mucho sentido para aquellos que han tenido experiencias similares. Me recordó mucho a Kaminer, porque muchas veces la vida real supera con creces a la mejor historia fantástica, y no hace falta vivir grandes aventuras para reflexionar sobre quienes somos y donde estamos en este pintoresco planeta.