Hay cosas que sinceramente no entiendo, pero que producen sensaciones interesantes al conocerlas. Cuando vi esto, recordé una exhibición en el Centro Georges Pompidou de Paris de la que fui testigo hace un par de años. Artefactos mecánicos que merodean por las playas impulsados por la fuerza del viento… De inmediato surgieron los pensamientos sobre las aplicaciones “prácticas” del invento, sobre el futuro de las energías limpias, sobre las mismas playas (y que la contaminación y la basura pueden hacer imposible hasta para estas bestias el caminar pesadamente sobre ellas), pero al final recordé que el utilitarismo no era el fin de su creación. Solo asombrarme, dejarme más perplejo que de costumbre y maravillarme ante la complejidad del cerebro y la creatividad humanas.