A veces es fácil caer en el tópico de adoptar ideas de otros como propias. Es mucho más cómodo y menos comprometedor que defender nuestras creencias, aquellas que, a pesar de estar influidas de muchas formas, entendemos e interiorizamos realmente. Pero ahora lanzo estas preguntas: Qué hace que una idea sea propia o aprendida? Cual es la forma de identificar aquellas elucubraciones resultado de nuestro propio criterio individual, de lo que nos viene procesado y preparado? Es sano adoptar este tipo de ideas? O lo mejor sería modificarlas y adaptarlas a nuestros criterios y gustos personales? Lo hacemos realmente o nos dejamos llevar por la inercia de lo más fácil? Por último, pensamos realmente alguna vez?
Mentiras
Hace cosa de un mes y medio estuve en un encuentro organizado por la empresa para la que trabajo, donde se pretendía medir el grado de idoneidad para potenciales ascensos y promociones. Dentro de las actividades que se desarrollaron, hubo una ronda de entrevistas con los responsables de la compañía (Vicepresidentes, Gerente de Recursos Humanos, etc.) donde se nos pedía analizar una situación concreta y formular recomendaciones. En algún momento comenzamos a hablar de la ética y de la conveniencia de ser francos y sinceros en ciertas situaciones. Desde mi punto de vista, hay que hablar siempre con la verdad, pero me encontré con la sorpresa de que se me tachó de “naive” o “ingenuo” a la hora de decirlo. Pregunté entonces cual era la “fórmula mágica” para triunfar en los negocios, y nadie supo responderme…