Que pasaría si…

Un día cualquiera, por razones que no entiendes, comenzaran a caer proyectiles y bombas en tu barrio? Y si después de esto, no se pudiera salir a la calle, por miedo a que te maten? O si más adelante aquellos osados que se atreven a aventurarse más allá de la seguridad relativa de sus casas, descubren que no hay víveres porque su ciudad está bloqueada? y si luego el agua y la electricidad fallan? y si por cosas del destino, tu casa o edificio es blanco de un bombardeo y te quedas en la calle?, y si no tienes adonde ir, porque no hay nadie en otro lugar que pueda acogerte?. Ya sé lo que pensarán muchos: Que “esas cosas” no pueden pasar aquí, en la mal llamada “civilización”, que esos problemas son cosa de bárbaros y radicales. Que la solución a todo esto pasa simplemente por apagar el televisor, que aquí tenemos, como dicen en mi tierra, “la vida comprada”.

Mucho cuidado, porque si los patrones de desigualdad social y de distribución de la riqueza no cambian,  podemos enfrentarnos a escenarios insospechados en cualquier momento. Si seguimos dejando que los intereses económicos y geopolíticos sean manejados por estúpidos o ignorantes, la situación puede experimentar un cambio radical en muy poco tiempo.

Pensamos, al menos por un momento, globalmente y actuamos localmente, como dice la pegatina?

Por qué?

Todos los días, a casi todas horas, hay noticias espeluznantes sobre masacres, matanzas, violencia, robos, desfalcos, hambre, guerra, codicia y ambición sin límites. No podemos escapar a la avalancha informativa con que nos bombardean contínuamente, así nos aislemos hasta las últimas consecuencias. Siempre terminaremos sabiendo qué ocurre. Hace bastante, escribí algo sobre el futuro, donde cuestionaba esos avances maravillosos en todos los campos que nos permitirían tener una vida mejor, pero que nunca llegaban. Ahora, hago otra pregunta: vale la pena invertir tanto tiempo y esfuerzo en mejorar la salud, acabar con el hambre o en difundir la educación, si nos estamos matando los unos a los otros, activa y pasivamente (no solamente las balas acaban con las vidas ajenas, también la indiferencia, el derroche y la ignorancia) todos los días y en todo el planeta?

A donde pretendemos llegar? Seguimos pensando ingenuamente que todo se resolverá y que el asunto “no es conmigo”? Cada vez me produce más nauseas el oir hablar a los políticos de ayuda a la inmigración, con cantidades irrisorias, y a la vez estar ahogando lentamente a todo un país con créditos impagables o tecnología fuera del alcance de sus posiblidades.

Cuando haremos las cosas con fundamento y no para quedar bien?